sábado, 23 de mayo de 2015

Conversaciones Internas. Complacencia y Gratitud

Recreación pictórica de los hechos emocionales... ¡Tiembla, Ibáñez!

- ¡Venga Gratitud, corre, que se nos van a echar encima!
- ¡Pero bueno, ten cuidado que me vas a mataaaar! Espérate un momento que me estas haciendo dañoooooo.
- No, no me espero, no hay tiempo: hay que correr. La gente quiere que actuemos rápido.
- ¿La gente? ¿Qué gente?
- ¿Quién va a ser?, pues ¡todos! ¡¡Corre, por Dios!! ¡Hay que llegar cuanto antes!
- Pero, ¿adónde hay que llegar?
- ¡Allí! Al Proyecto, ¿es que no lo ves, Gratitud?
- ¿Cómo lo voy a ver si me llevas dando tumbos? HAZ EL FAVOR DE PARAR UN MOMENTO.
- (Ay Dios mío que nos van a matar)… Venga paramos, pero poco que El Proyecto nos espera, está allí ¿ves? Al final del túnel del tiempo.
- Proyecto no nos está esperando, Complacencia. Son imaginaciones tuyas… y gracias por parar, uf, déjame que me componga un poco.
- ¡Que no, que no! ¿Por qué no quieres que corramos más?
- Tienes que tranquilizarte, Complacencia. ¿Por qué tienes tanta prisa? Anda, cuéntamelo.
- Es que no quiero que nadie se enfade. No quiero que nadie lo pase mal.
- ¿De quién hablas?
- Pues de todo el mundo. De tanta gente como está apoyando todo esto. Yo los veo allí, a todos, detrás de Proyecto de Reconstrucción.
- Pero Complacencia, si todo el mundo está muy contento. Si todos están muy agradecidos.
- Si eso ya lo sé, por eso hay que actuar MÁS rápido, para devolverles lo que han hecho.
- ¿Sabes? Yo ya estuve con ellos, con cada uno de ellos. Les agradecí mucho y ellos a su vez me agradecieron también. Entonces me puse gordo y más gordo... Entendieron que no se podía actuar tan rápido como pensábamos.
- Si yo lo sé, pero ¿y los otros?
- ¿A quién te refieres ahora?
- Pues a las familias, ¡a los nepalíes! Si no actuamos rápido quizá se enfadan.
- Vamos a ver Complacencia, estás peor de lo que pensaba. ¿No hemos hablado con el padre de Unishma y el hombre no hace más que agradecernos?
- Si, eso es verdad, pero…
- Pero… de pero nada. ¡Si cada vez que hablamos con él me hincho hasta que ya no me da más de sí la cubierta de gratitud que me rodea!
- Pero es que tú no lo entiendes, ¡hay que actuar!
- No, no hay que actuar aún Complacencia. No es posible. Todos lo sabemos. El Proyecto sólo se va a aplazar hasta Septiembre, cuando pase el monzón. Cuando ya no haya especulaciones.
- ¿Y si alguien se enfada?
- No tengas miedo, ya les hemos explicado y está todo bien.
- Pero, ¿y si alguien se siente engañado?
- Tranquila que todos somos adultos y ante la duda, nos pueden preguntar.
- ¿Y si no damos la talla? ¿Se molestarán entonces?
- Haremos las cosas lo mejor que sepamos. Eso no lo dudes.
- ¿Y si no podemos reconstruir todo lo que habíamos pensado?
- No pasa nada, ya sabes lo que nos han dicho los nepalíes: cualquier ayuda es buena, aunque sea un céntimo… ¿Te vas quedando más tranquila?
- Algo más, aunque aún siento ganas de correr… por favor, ayúdame, inventa algo, otra cosa que podamos hacer en vez de correr… ¡se me van a salir los resortes motores del pecho!
- Pues vamos a hacer una cosita muy sencilla: ven siéntate aquí en este remanso… aquí en el Presente.
- Vale, voy. ¿Es cómodo?
- Lo que más.
- ¿Y ahora?
- Ahora, repite conmigo: Gra-cias.
- ¿Gracias? ¿Sólo eso? Vale… Gra-cias
- Otra vez: Gra-cias.
- Gra-cias…jeje, ya me sale mejor.
- Muuuucho mejor, claro que sí. Venga, que no pare, todo seguido: Gracias.
- Gracias.
- Más fuerte: GRACIAS
- GRACIAS.
- Muchas veces: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
- JAJAJA, QUÉ DIVERTIDO: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS…


GRACIAS

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(*) Edito para incluir esta canción. En su momento me encantó y tras publicar la entrada la escuché en la radio. Ahí va Mika:

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