- Hola-
- Hola, ¿quién eres?-
- Autocrítica, me llamas-
- Jodeeeeeerrrr, ¿y qué quieres?-
- Ya lo sabes-
- Sí, lo sé todo, pero dímelo, anda, que entre tantos como estáis ahí de parloteo ya ni me aclaro-
- Que… ya te has dado cuenta, ¿no?...-
- Si, si, ya me he dado cuenta-
- …no hace falta que te lo recuerde-
- ¿Que ya soy libre?, te refieres a eso, ¿no?-
- Claro, joer-
- Vale, pues ya lo tengo claro. ¿Y ahora que hay que hacer?-
- Pues limpiar esto un poco, a ver si nos echas una mano porque está todo manga por hombro-
- ¿Pero limpiar qué?-
- Pues hija mía, te cuento: todas esas ideas de aprisionamiento, de cámaras de hierro blindadas en las que te veías como si estuvieras en un capullito… todo eso se ha desinflado y ahora tenemos por aquí unos charcos gelatinosos pudriéndose que echan un olor que no me veas…-
- Venga vale, lo que pasa que no sé como hacer eso todavía…¿medito un poco?-
- Pues ni idea: yo solo te critico todo lo que puedo-
- Y oye, espera, no te vayas. ¿Tú sabes por qué vinieron esas ideas?, ¿mi terreno era propicio acaso?, ¿alguien lo puso ahí?-
- No me voy a reír todavía de esa falsa retórica filosófica, pero mira, te vas a responder tú sola: sabes quién soy yo, ¿verdad?, AAAAUTO… y lo que sigue-
- Vale, vale, que he sido yo, no sigas-
- Pues eso mismo… Así que nada, ponte a ver cómo limpias esto o me quedo otro rato-
- Venga sí, ya voy, pero no seas muy dura mientras encuentro la forma de hacerlo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta algo si te apetece: